Einstein y el 'dios' de Spinoza

 

Todo empezó cuando Albert Einstein fue interrogado vía telegrama por el rabino Herbert S. Goldstein sobre si creía o no en la existencia de Dios. Einstein respondió:

“Creo en el Dios de Spinoza, quien se revela así mismo en una armonía de lo existente, no en un Dios que se interesa por el destino y las acciones de los seres humanos”.

En una entrevista de 1930 publicada en el libro Glimpses of the Great de G. S. Viereck, Einstein amplía su explicación más:

"Tu pregunta es la más difícil del mundo. No es algo que pueda responder con un simple sí o no. No soy ateo. No sé si pueda definirme como un panteísta.

El problema en cuestión es demasiado vasto para nuestras mentes limitadas. ¿Puedo contestar con una parábola? La mente humana, no importa que tan entrenada esté, no puede abarcar el universo. Estamos en la posición del niño pequeño que entra a una inmensa biblioteca con cientos de libros de diferentes lenguas.

El niño sabe que alguien debe de haber escrito esos libros. No sabe cómo o quién. No entiende los idiomas en los que esos libros fueron escritos. El niño percibe un plan definido en el arreglo de los libros, un orden misterioso, el cual no comprende, sólo sospecha.

Esa, me parece, es la actitud de la mente humana, incluso la más grande y culta, en torno a Dios.

Vemos un universo maravillosamente arreglado, que obedece ciertas leyes, pero apenas entendemos esas leyes. Nuestras mentes limitadas no pueden aprehender la fuerza misteriosa que mueve a las constelaciones. Me fascina el panteísmo de Spinoza, porque él es el primer filósofo que trata al alma y al cuerpo como si fueran uno mismo, no dos cosas separadas”.

“I believe in Spinoza’s God who reveals himself in the orderly harmony of what exists, not in a God who concerns himself with fates and actions of human beings.”

Palabras de Albert Einstein sobre la existencia de Dios

La traducción literal sería:

“Creo en el Dios de Spinoza que se revela en la armonía ordenada de lo que existe, no en un Dios que se preocupa por el destino y las acciones de los seres humanos”.

Albert Einstein pronunció estas palabras cuando se le preguntó si creía en Dios el rabino Herbert Goldstein de la Sinagoga Institucional, Nueva York, el 24 de abril de 1921. 

El que no haya leído a Spinoza se sorprenderá. Baruch de Spinoza fue un filósofo neerlandés de origen sefardí hispano-portugués, considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés Descartes. En algunos puntos, incluso nos recuerda al "Ama y haz lo que quieras" de Agustín de Hipona.

La esencia infinita de Dios, y su eternidad, son conocidas por todos. Y si las personas no tienen de Dios un conocimiento tan claro como el que tienen de las nociones comunes, se debe a que no pueden imaginarse a Dios como imaginan

El dios de Espinosa // (Baruch Espinoza, Ética, II, 47).

Gutkind presenta en el libro enviado a Einsten, a la Biblia como una llamada a la resistencia para que el judaísmo e Israel se mantengan incorruptibles. Es una de las partes más criticadas por el físico alemán aunque ofrece al autor algunas concesiones y puntos de vista comunes:

“Ahora que he expresado de forma clara nuestras diferencias en lo que respecta a las convicciones intelectuales, sigo teniendo claro que estamos muy cerca en lo esencial, es decir, en nuestras evaluaciones sobre el comportamiento de los seres humanos”

Albert Eisntein

Para entender estas palabras, debemos recordar que aunque provenía de una familia y una tradición judía, el pensamiento teológico de Einstein cambió por completo durante su estancia en Zurich. Allí, el físico alemán descubrió dos libros del filósofo Baruch Spinoza que cambiaron su visión sobre Dios y la religión.

En estos libros se mencionaba otra visión diferente a la plantada por las religiones tradicionales en Europa. El dios de Spinoza era artífice del arte y la ciencia que creaban el universo, o en otras palabras, responsable tanto del orden matemático del universo como de la belleza que aportaba la vida. Esta línea de pensamiento determinista resonó profundamente en el científico y en numerosas ocasiones mostró su apoyo al pensamiento del filósofo neerlandés de origen sefardí hispano-portugués, Baruch.

 

“Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. 

El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.Deja de complicarte las cosas y de repetir como un loro lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?

No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti”.

Anand Dilvar.


¿Cómo es el Dios de Spinoza al que Einstein se refiere? 

Baruch Spinoza, nacido un 24 de noviembre de 1632 como Benedito de Espinosa, fue un filósofo neerlandés, de origen judío sefardí, considerado junto con Descartes y Leibniz uno de los filósofos racionalistas más importantes de la ilustración, cuya repercusión fue reconocida después de su muerte, acaecida el 21 de febrero de 1677 a la edad de 44 años.

Su obra más sobresaliente es la Ética demostrada según el orden geométrico, publicada póstumamente por sus amistades más cercanas y que pronto fue censurado por la Iglesia Católica al incluirlo en su Index librorum prohibitorum.En su magnum opus, Spinoza trató de definir la Naturaleza de Dios y de las pasiones humanas, para Spinoza no hay un dualismo, sino un monismo intermedio, esto es, no existen dos substancias, sino una con distintos atributos como el del pensamiento y/o la extensión. Consideró además que Dios era una res extensa, esta concepción asume a Dios no como metafísico, sino como la totalidad de lo físico o material

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